martes, 17 de marzo de 2009

A modo de prólogo- por Mario Daniel Raffo

A modo de prólogo

Zuny me ofrece el honor de hablar de sus "Azules imperfectos"
y el alma se me ensancha para dar cabida a su mundo, más
bien, universo. Universo que ella crea y "re crea" cada día. Y
nos asombra. Porque cada uno de sus versos sabe abrir
puertitas a sus fantasías, a sus penas y desarraigos. Ausencias
que "azulan" sus pasos tras esa luz que de a ratos la inunda.
En ella todo es bello, dulce, bueno. Con su varita es ella capaz
de transformar la realidad, algo que sólo el artista con mayúsculas
logra.
Nos conocimos en la feria de artesanos.Iba con Raúl, su esposo.
Recuerdo que ella me felicitó por mi libro y me contó que ella también
escribía poesía, pero no se animaba a publicarlas, ni siquiera a
compartirlas. Yo entonces le dije que si yo lo hacía ¿porqué no ella?
Al alejarse caminaba distinto. ¿Ves mi buena Zuny? ¡Hoy presentas
tu primer libro! Pasó un tiempo, nos volvimos a encontrar y al tiempo
empezó a venir por casa con su poesía. Yo, que no soy crítico,sentía
que era una auténtica pena que semejantes versos quedasen entre
ella y yo, era un privilegio hermoso para mí, pero ¡tan injusto!
Porque el verbo que sale de sus labios es un algodón gigantesco
que sus duendes ponen en mis pequeñas lastimaduras cotidianas.
Pero el profesor Maldonado me ha pedido un comentario sobre
este libro y me siento en un lugar muy especial: Buceando
en estas páginas obtengo pistas para contarles en pocas lineas
el bagaje de sensaciones contenido en esta obra dividida en
cuatro partes que, como ya observó el profesor Maldonado,
mantienen una linea bien definida a través del tiempo.
Una continuidad que da lugar a la novedad de sus metáforas
que se renuevan como un río que corre sencillo entre las
piedras que, al ayudarlo a cantar, lo purifican, lo transparentan
como la mirada con que Zuny mira sus universos. Dice en uno
de los poemas de la primera parte. "Caminitos de mi alma...
por donde vos caminás,/ se van llenando de flores las huellas
que me dejás..." llegando a una metáfísica no buscada cuando
expresa:"Caminito...sueño y paso...quiero saber dónde van"(...)
Veo una obra de 1985, mucho antes de conocernos que comienza:
"Palomas por el aire... suelto riendo" y me cuesta creer, pensar,
¡que no lo haya escrito para mí! Y eso le va a suceder a muchas
personas aunque lo estén leyendo en el país y la cultura más
lejana a nosotros. No crean que exagero, ahora uno pone algo
en Internet y no sabe adónde llega. Los poemas de la primera
parte son de la época que la autora sufre la ausencia de su Raúl,
embarcado por largos períodos. Por eso ese sentirse "...viviendo
a medias...o quizás nada..."
La Zuny de la parte 4ª es una mujer más plácida, la que le canta
al árbol de membrillo y sus flores que "casi no se descubren /
desapercibidas..." Así es como elige pasar su vida nuestra poetisa.
Es una flor muy humilde que, a pesar de ella misma, "se abre
virtuosa en su modestia", mientras ve cómo "de un aroma dulce /
se llena el aire". Por ella, generosa, podemos "compartir el aire
fresco aunque tibio a la vez", de su inquieto palpitar ya sea en la
sublime simpleza con que resuelve cada verso, su equilibrio,
junto a la mano de un duendecito que jamás querremos soltar
y que nunca, nunca, nos dejará caer. Por todo lo dicho solo me
resta invitar al lector a hacerse amigo de estos "Azules imperfectos"
a quien yo auguro le llevará a gozar de la bella compañía de Zuny
y su magia delicada y perfecta.


Mario D.Raffo






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