Hijo mío...querido...
tengo para contarte apenas
un sinsabor que aturde...
una pena guardada
tan profundo...que olvido
el porqué de la pena...
tengo acaso tristeza,
una que es gris,
que cubre...
todo cuanto toco.
Tengo lágrimas...
ríos que se secaron
al borde de los ojos...
¿Y para qué contarte
tantas cosas sombrías?
...cuando quiero que rías,
que estrenes el asombro
todos y cada día...
Nutre tu propio nido
con trinos y con vuelos
...lejos del precipicio
donde yo tuve el mío...
Aprende de la vida,
complácete con gozo
de todo lo que es bueno...
y no escuches al trueno,
ampárate del viento,
del huracán que huella
siempre por donde paso...
Acaso me signaron
crueles...no sé que estrellas,
y a ti que tienes fresca
la inocencia y la risa,
tal vez te alumbren soles
generosos...
Aprende a leer el cielo,
a proyectar tu sombra,
a escuchar el silencio,
a descubrir las flores
que en el pantano crecen...
Mira cómo la vida
en derredor trascurre
apacible y sin prisa...
Y aprende que es el cauce
el que hace del río
su carácter...
Busca el mensaje claro
...que se resume en tu alma
y que es el Universo
hablando por sí solo
en cada movimiento,
la vida que se mueve
desde ti en cada espacio
y al tiempo necesario...
desde todos los tiempos,
desde siempre...
Escúchate...es la esencia
tu Ser...de lo Supremo.
Solo basta que captes
la voz que en el silencio
conjuga tantos verbos,
como el mismo infinito
que constante repite
la canción que recrea
de la creación...el sueño,
donde todos los sueños
tienen el mismo origen...
Yo...la que no tengo nada
para contarte, tengo
esta noción del Todo
que acaso...no me sirva...
Pero tu tienes libres
las alas...y los sueños
y eres dueño del tiempo
por venir...que promete
alcanzar tantas cumbres
como a escalar te afanes...
Esta noción tan mía
puede a tu afán servirle...
los grises son nociones
solo mías...tangibles...
los avatares locos,
el llanto, lo olvidado,
todo pesar o pena,
todo el tiempo perdido
por caminos errados,
el desandar, el dolor,
el amor que fue vano...
acaso mi destino,
en el cielo mi estrella
dibujando las lineas
que se enredan o pierden.
Fue todo ésto mi escuela,
tu eres la hoja en blanco
para que Dios escriba
y el destino se artista
plasmando algún paisaje
verde, ocre...o dorado.
¿Para qué entonces darte
mis historias ?...no sirven.
Artífice del sueño mejor
serás tú mismo...
rey de tu propia tierra,
señor de tu elemento,
dueño del ser etéreo
que transita lo eterno
y que va más allá
de la materia...
Sé tu mismo obrador
crisol y fragua...
Sé el elemento bruto,
y el hacedor del sueño
que luego transfigure
tu carne...y se concrete
en tu yo traspasando
los límites...
más allá concebido,
que sea la realidad
tu propia historia escrita,
tu toque personal
único y diferente...
Yo estaré satisfecha
de no haber puesto un sello
...el que me identifica,
será tu propio sello
de humanidad, tu enfoque,
tu raciocinio, esencia
de tu yo dando vida
a otra realidad
que no me pertenece...
Y estaré satisfecha
de no haberte empujado
a la huella ya hecha,
a repetir caminos,
a recorrer mi ruta...
Será solo un camino
que estrene tu aventura,
que avizore tu ojo
donde virgen la tierra
se preste a tu pisada,
donde respires aire
que nadie ha respirado...
Sabrás que tu destino
no permite desvíos...
y que hasta yo soy parte
de lo que ya está escrito...
cada palabra mía
fue para ti inspirada,
este dejarte ir
en libertad...
soñando.
Es un grano de arena
en el reloj que deja
pasar uno por uno
cada acontecimiento,
cada suceso...tramos,
hilos en el tejido
sutil de tu vestido...
No has venido desnudo,
te han dotado del mundo
para que hagas tu casa
y alimentes de tu alma
a todo lo que tocas...
Entonces, hijo, ve,
vive tu propia vida.
(Yo sólo...te bendigo...
y te lego de mi alma
el pan que te sustente
infinitos los sueños...)
Zuny Amado
2001-00-00
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